BOUDOU RECONOCE INFLACION Y ACEPTA UN 20% DE AUMENTO SALARIAL

El Ministro de Economía, Amado Boudou, realizó anoche el primer sinceramiento sobre el proceso inflacionario que experimenta la economía local. Distendido por un reportaje para el lucimiento que le hacían en el canal de noticias C5N, no reparó en la importancia contenida en cada una de las expresiones del responsable de la cartera económica.

Luego de algunas preguntas frívolas le pidieron dos cifras: la inflación esperada para 2011 y el incremento salarial para tener en cuenta en las negociones entre empresarios y sindicatos. La primera no fue novedad: 10%. La segunda fue un descuido: 20%.

Cualquier ciudadano con sentido común aunque no maneje las ciencias económicas sabe que esa no fue la inflación del 2010 como calculó el INDEC. Como también presume que ese tampoco será el incremento de precios para el 2011. Por este motivo, la discusión salarial comienza sobre si para mejorar los salarios se toma como base la expectativa inflacionaria oficial.

Hasta el momento, los empresarios comienzan a reconocer que esa no es la medida real y conveniente para una sincera negociación. De hecho, los principios de acuerdos que se han dado en estos primeros días del año arrancan con un 20% de aumento porque reconocen el contexto y la realidad económica. Es justamente lo que hizo Boudou: dice que la inflación será del 10% pero arranca reconociendo que habrá que dar un 20% de aumento salarial.

Tal vez haya sido un descuido de quien habitualmente no tiene manejos políticos de los temas económicos. Tarea que recae en el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno o el Ministro de Planificación, Julio De Vido.

Precisamente, esta falta de conducción política de la economía nacional queda plasmada en que mientras el gobierno argentino debe luchar por un freno al crecimiento de precios, incluso con fuertes aprietes del propio Moreno, este toma medidas a contramano. Es el caso de la prohibición de ingreso a los alimentos importados que bien podría ayudar a mejorar la oferta y evitar el recalentamiento interno. Esto se debe a que salen muchas divisas por recursos energéticos y autopartes que quieren compensar evitando la compra de alimentos importados, entre otros bienes de consumo.

Como conclusión vale preguntarse si lo del Ministro Boudou fue solo un momento de relajamiento que le hizo decir algo indebido o tal vez un principio de reconocimiento de un problema grave de nuestra economía que para resolverlo se debe asumir como tal.