viernes, 18 de marzo de 2011

LA LOGICA MOYANISTA Y EL FISCAL SUIZO QUE COMPRA CLARIN

Es absolutamente irrisorio el solo pensar que Edwin Beyeler, Fiscal General de la Justicia de Suiza, cada mañana antes de ir a su oficina se detenga a comprar Clarín, el gran diario argentino. Y menos aún lo es, que guarde prolijamente las noticias que le interesan.

Ante esto, llama la atención que nuestro personaje haya unido por un lado cierta sorpresa generada por un bloqueo de una cuenta bancaria y por otro supuestos actos de corrupción de un tal Hugo Moyano, líder del sindicalismo argentino. La cuenta es de un tal Depresbiteris y su esposa Marcela E. Mete, ex chofer de la empresa recolectora de residuos Covella y de la cual ahora es su presidente. En esta se depositó una cifra cercana los dos millones de dólares. Solo Dios y algunos pocos mortales saben como el fiscal suizo unió al depositante con el jefe cegetista.

Algo que debe generar cierta sospecha es la rapidez con que la Cancillería argentina recibió el exhorto y le dio curso para que la justicia de nuestro país prepare para enviar a Suiza la información requerida sobre procesos judiciales en las que esté relacionado o investigado un tal Hugo Moyano.

Más allá de las simpatías, corresponde no hacérsela más difícil sino justificar que el pedido tenga datos de mayor formalidad y profundidad, además de una envergadura que amerite semejante solicitud. Hasta pienso que todo ciudadano argentino debe recibir ese trato aunque consideremos que no lo merezca.

Si a esto le agregamos que el pedido es contra un aliado político que le aporta al gobierno sustento social y militante, evitándole protestas y aportando tranquilidad en las calles, además de ser el cuco con quien se asusta al empresariado para que aporte algo que pueda decirse que es distribución de la riqueza, evidentemente estamos ante un grave acto de traición política. Por si no queda claro, les aporto que Moyano está a cargo del PJ bonaerense, provincia donde se juega toda elección presidencial.

Así las cosas, se me ocurren como altamente entendible las sensaciones y certezas que Moyano tenga sobre el Gobierno, merced al accionar de la Cancillería. Traicionado y herido se ve obligado a responder con aquello que más le duele al gobierno de Cristina Kirchner y por lo cual su fallecido esposo lo contaba como aliado: sacar la gente a protestar a la calle.

Y es aquí donde viene el punto por el cual la oposición política critica a Moyano y los medios de comunicación lo descuartizan: llamar a un paro de transporte con movilización a la Plaza de Mayo como respuesta a una investigación judicial.

Ya se ha dicho lo amañado de la causa judicial y solo resta evaluar si corresponde la magnitud de la protesta diciendo que se ataca al movimiento obrero. Ante esto habrá que sopesar lo obtenido en salarios y otros beneficios por parte de no solo los trabajadores de todas las ramas de camioneros y el transporte sino también trabajadores sindicalizados que siguen convenios de sectores en línea con la CGT. Muchos deben tener la foto de los Moyano en su mesita de luz.

Para concluir, aclarando que dista muy lejos de mi sentirme un moyanista, alerto que los argentinos estamos indefensos ante una nueva batalla por el poder y sus correspondientes intereses políticos y económicos. Sectores de izquierda, el Gobierno, el Frente para la Victoria, la Cámpora y sus conversos quieren sacarse de encima a Hugo Moyano y el sello del PJ para la próxima elección. Y no solo por una cuestión de imagen y marketing electoral sino por importantes resortes de poder.

1 comentario:

Victor dijo...

No entiendo porque va a sorprender un paro y movilización por una medida judicial suiza, viniendo de un tipo que suspendió un paro por lluvia!!!