A pesar que la tableta I-Pad no fue creada para confesarse sino para ayudar al examen de conciencia, el portavoz de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, aclaró este miércoles que no se puede usar el iPhone para el sacramento de la Confesión, pues este "requiere necesariamente la relación de diálogo personal entre el penitente y el confesor y la absolución por parte del confesor presente".
El programa lleva el nombre de “Confesión: una Aplicación Católica Romana” y se ha desarrollado como una ayuda “para los que frecuentan el sacramento y los que desean volver a frecuentarlo”, según relataba su creador Patrick Leinen, desarrollador y cofundador de Little iApps, reconociendo que era una respuesta al mensaje que Benedicto XVI hizo en el discurso del año pasado en la celebración del 45º Día Mundial de las Comunicaciones, en las que declaraba que los nuevos medios, “si se usan sabiamente, pueden contribuir a la satisfacción del deseo de significado, verdad y unidad que existe en las más profundas aspiraciones de cada ser humano”. Leinen expresó que el objetivo del proyecto es ofrecer una aplicación digital que verdaderamente pusiera 'los nuevos medios al servicio de la Palabra', dijo”.
La aclaración del Padre Lombardi se debió a que numerosos medios de prensa distorsionaron el objetivo que perseguía el creador de “Confesión”. Algunos lo hicieron por la ignorancia en temas religiosos y doctrinarios mientras que otros insisten en su objetivo de ridiculizar al ministerio sacerdotal y a la Iglesia Católica como institución. Al punto que algunos medios de prensa anunciaron que con esto los fieles podrían confesarse a través del teléfono móvil.
Por este motivo, el titular de la Sala de Prensa Vaticana explicó que "en un mundo en el que muchas personas utilizan soportes informáticos para leer y reflexionar -por ejemplo, textos para rezar- no puede excluirse que alguien reflexione en preparación a la confesión ayudándose con instrumentos digitales, como en el pasado se hacía con textos y preguntas escritas en folios de papel, que ayudaban a examinar la propia conciencia".
"En este caso se trataría de un subsidio pastoral digital que alguien podría encontrar como útil sabiendo bien que por nada del mundo es un sustitutivo del sacramento", añadió. El P. Lombardi advirtió que "naturalmente es también importante que exista una verdadera utilidad pastoral y que no se trate de un negocio alimentado por una realidad religiosa y espiritual importante como un sacramento".
Es conveniente recordar que El padre franciscano Thomas Weinandy, director ejecutivo del Secretariado para la Doctrina y Prácticas Pastorales de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y el padre Dan Scheidt, pastor de la iglesia católica Reina de la Paz en Mishawaka, Indiana, colaboraron en el texto del programa, mientras que Monseñor Rhodes, obispo de Fort Wayne-South Bend dio el Imprimatur a esta aplicación.
Aunque otros programas similares, como “Mea Culpa – Examen de Conciencia para los católicos” y “iConfess- Manual y guía de la confesión” fueron creados para el mismo uso en dispositivos como el iPhone, esta última ha sido la primera aplicación en recibir la aprobación episcopal.
El programa lleva el nombre de “Confesión: una Aplicación Católica Romana” y se ha desarrollado como una ayuda “para los que frecuentan el sacramento y los que desean volver a frecuentarlo”, según relataba su creador Patrick Leinen, desarrollador y cofundador de Little iApps, reconociendo que era una respuesta al mensaje que Benedicto XVI hizo en el discurso del año pasado en la celebración del 45º Día Mundial de las Comunicaciones, en las que declaraba que los nuevos medios, “si se usan sabiamente, pueden contribuir a la satisfacción del deseo de significado, verdad y unidad que existe en las más profundas aspiraciones de cada ser humano”. Leinen expresó que el objetivo del proyecto es ofrecer una aplicación digital que verdaderamente pusiera 'los nuevos medios al servicio de la Palabra', dijo”.
La aclaración del Padre Lombardi se debió a que numerosos medios de prensa distorsionaron el objetivo que perseguía el creador de “Confesión”. Algunos lo hicieron por la ignorancia en temas religiosos y doctrinarios mientras que otros insisten en su objetivo de ridiculizar al ministerio sacerdotal y a la Iglesia Católica como institución. Al punto que algunos medios de prensa anunciaron que con esto los fieles podrían confesarse a través del teléfono móvil.
Por este motivo, el titular de la Sala de Prensa Vaticana explicó que "en un mundo en el que muchas personas utilizan soportes informáticos para leer y reflexionar -por ejemplo, textos para rezar- no puede excluirse que alguien reflexione en preparación a la confesión ayudándose con instrumentos digitales, como en el pasado se hacía con textos y preguntas escritas en folios de papel, que ayudaban a examinar la propia conciencia".
"En este caso se trataría de un subsidio pastoral digital que alguien podría encontrar como útil sabiendo bien que por nada del mundo es un sustitutivo del sacramento", añadió. El P. Lombardi advirtió que "naturalmente es también importante que exista una verdadera utilidad pastoral y que no se trate de un negocio alimentado por una realidad religiosa y espiritual importante como un sacramento".
Es conveniente recordar que El padre franciscano Thomas Weinandy, director ejecutivo del Secretariado para la Doctrina y Prácticas Pastorales de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y el padre Dan Scheidt, pastor de la iglesia católica Reina de la Paz en Mishawaka, Indiana, colaboraron en el texto del programa, mientras que Monseñor Rhodes, obispo de Fort Wayne-South Bend dio el Imprimatur a esta aplicación.
Aunque otros programas similares, como “Mea Culpa – Examen de Conciencia para los católicos” y “iConfess- Manual y guía de la confesión” fueron creados para el mismo uso en dispositivos como el iPhone, esta última ha sido la primera aplicación en recibir la aprobación episcopal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario